De la boda de Tania y Bernardo nos quedamos con muchos grandes recuerdos; para empezar los preparativos de ellos en el Pazo, que fueron en familia. Bernardo siempre acompañado de su pequeño hombrecito elegante, que miraba y caminaba al lado de su padre con admiración.
De Tania recordamos lo primero su dulzura y su belleza, pero casi nos desmayamos todos los que la acompañamos a ver el vestido…¡qué joya! Nosotras, peluquería y maquillaje, fotografía…todos no podíamos estar más emocionados, porque además si alguien lo iba a defender era ella , estaba hecho y pensado para Tania.
La ceremonia transcurrió debajo de nuestro árbol centenario con una decoración muy cuidada elegida por la pareja, los amigos y la familia consiguieron emocionarnos a todos con su participación en las lecturas: risas y lágrimas aseguradas.
El cocktail fue casi un concierto, la comida y la música hicieron que en nuestra terraza vibrara la emoción de todos los que allí estaban. Culminando con el baile de nuestra pareja que puso el broche final al aperitivo.
Ya en el banquete los detalles y los regalitos que habían preparado con tanto cariño se fueron entregando para sorpresa de todos los que los recibían.
Pero Tania aún tenía preparada una sorpresa más para el baile y fue un segundo vestido y nadie como ella para seguir dejándonos impactados. Provocamos un encuentro a solas con Bernardo, que con sólo cómo la miraba se entendía todo. Y así arrancó el baile y la sorpresa que las amigas de Tania le tenían preparada al ritmo de la música gallega.
Una boda y una pareja que se queda en el recuerdo de todos los que trabajamos en el Invernadero . Muchas gracias por todo Tania & Bernardo.
Fotografía: Graciela Vilagudin
Decoración: Frida Kiwi
DJ: R Música Dj´s (rmusica.es)
Animación Infantil: Tatarina
Vestido: Auguro Sempre